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VOCALES
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u w ũ
CONSONANTES
b β̞ d ð̞ f g ɣ̞
x k l
ʝ m mⁿ ɱ n
ɲ p r ɾ ɾ̥ s
s̪̬ t d͡ʒ t͡ʃ ʃ
mpalacios.sierra@gmail.com

Clasificación de las oposiciones fonológicas: Trubetzkoy (neutralización, archifonema y correlaciones)

Progreso Tópico:

› Ejercicio detonador

Observa con atención los siguientes dibujos y reflexiona sobre las preguntas:

Contesta:

¿Son todos iguales?

¿Cuáles son más parecidos entre sí?

¿Qué los distingue entre sí?

En estos dibujos podemos observar que hay rasgos o elementos que son parecidos entre las caras, en algunos casos es la boca, en otros los ojos, en otros la expresión. Es decir, comparten rasgos. Cuando hablamos de fonemas o sonidos del habla también estos comparten ciertas características.

Los fonemas de cada lengua guardan una relación similar a la de las imágenes. Existen rasgos que los diferencian entre sí y que los hacen ser únicos, además de que hay fonemas con rasgos más semejantes y fonemas que no se parecen entre sí.

Debido a que los fonemas sólo son definibles en relación con la estructura y su orden en el sistema al que pertenecen, es necesario conocer las oposiciones que podemos distinguir. Las oposiciones presuponen propiedades que las distinguen y propiedades comunes que constituyen la base de la comparación. Hay oposiciones bilaterales y multilaterales dependiendo de si el conjunto de propiedades de dos fonemas es común o si es propio también de otros fonemas del sistema. Si tomamos en cuenta los rasgos diferenciales que se desempeñan en el sistema, las oposiciones pueden ser proporcionales y aisladas. Éstas también pueden clasificarse según la relación establecida entre sus miembros (sin tomar en cuenta al sistema). Así, las oposiciones privativas se caracterizan por la presencia o ausencia de un rasgo pertinente; las oposiciones graduales se establecen a través del grado de una propiedad en común; y las oposiciones equipolentes se dan entre dos miembros equivalentes. Finalmente, también hay oposiciones (constantes y neutralizables) dependiendo la distinción de los fonemas en los significantes.

La fonética y la fonología se enlazan en el ámbito de los rasgos distintivos. Estos son los elementos que componen los fonemas y que tienen valor opositivo; por ejemplo, los fonemas /p/ y /b/ tienen en común los rasgos bilabial y oclusivo, pero se oponen por el rasgo de sonoridad. La suma de rasgos distintivos comunes a todas las variantes de un fonema, que lo distinguen de todos los demás, y sobre todo de los más estrechamente emparentados con él, constituye su contenido fonológico. (Hidalgo Navarro y Quilis, 2004, p. 90). Los rasgos distintivos se presentan en pares: un rasgo y su opuesto. Por ejemplo, un segmento puede ser sordo o sonoro, pero jamás las dos cosas a la vez. Además, los rasgos distintivos tienen dos propiedades fundamentales:

  1. Constituyen un conjunto universal finito: los rasgos utilizados para describir el sistema fonológico de una lengua cualquiera deben ser tomados de ese conjunto finito, y no establecidos para cada lengua de manera ad hoc.
  2. Son binarios, de modo que para cada rasgo se asignan los valores + o – —presencia o ausencia del mismo— (Obediente, pp. 141-143)

Los fonemas, a partir de sus rasgos distintivos, presentan relaciones de oposición, conmutación y sustitución. La oposición fonológica es la diferencia que existe entre dos o más unidades distintivas. “La diferencia de significación entre /kása/ casa y /gása/ gasa, se debe a la oposición entre /k/ y /g/; esta oposición, basada en el rasgo de sonoridad, permite distinguir muchos otros pares de palabras: /kíso/ quiso y /giso/ guiso, /pekár/ pecar y /pegár/ pegar, /tóka/ toca y /tóga/ toga.” (Quilis, 1993, p. 34). La conmutación ocurre cuando se sustituye un segmento fónico —ya sea un fonema o un morfema— de un significante, por otro segmento existente en la misma lengua. Esta nueva realización conlleva una nueva “palabra” —significante— para un “objeto” diferente —significado— (Quilis, 1993, p. 31; Alarcos, 1974, p. 43; Hjemslev, 1971, p. 175). A diferencia de la conmutación, en la sustitución los segmentos que se intercambian no conllevan ningún cambio en el contenido (Quilis, 1993, p. 31).

Como hemos explicado, los fonemas solamente pueden definirse en relación con otros elementos del sistema al que corresponden. Estas oposiciones implican las propiedades que caracterizan a cada uno de los elementos y, al mismo tiempo, aluden las propiedades comunes a los dos elementos de la oposición.

Las oposiciones pueden clasificarse como bilaterales o multilaterales; proporcionales o aisladas; privativas, graduales o equipolentes; y como constantes o neutralizables.

Bilaterales – Multilaterales:

Si la base de comparación existe exclusivamente en los dos términos de la oposición, se considera que ésta es bilateral; si la base de comparación existe en otros términos además de los dos que se oponen, la oposición es multilateral.

  1. Las oposiciones bilaterales y oposiciones multilaterales relacionan las propiedades que comparten dos elementos del sistema. En las oposiciones bilaterales los dos elementos que se comparan tienen propiedades comunes que solamente atañen a los dos miembros en oposición. Por ejemplo, en español, la oposición k/x comparte las mismas propiedades, ambas son consonantes, velares (articuladas en el velo del paladar) y sordas (sin vibración de las cuerdas vocales), sin embargo, estas características no se encuentran en ningún otro fonema del sistema. Por el contrario, en las oposiciones multilaterales, las propiedades comunes de los dos elementos aparecen en otros fonemas. Por ejemplo, la oposición e/u es multilateral porque estas características se presentan en los otros fonemas vocálicos del sistema.

/p/ – /b/son oclusivos, orales, labiales y no existe otro con estas características reunidas

/p/ – /k/ son oclusivas sordas, pero también /t/ lo es

Proporcionales – Aisladas:

“En la oposición proporcional, la relación existente entre sus términos es idéntica a la relación entre los términos de otra oposición (o de muchas otras oposiciones) del mismo sistema. […] En la oposición aislada, la relación existente entre sus términos no se da entre términos de otra oposición”. (Quilis, 1993, p. 37)

/p/ y /b/ guardan entre sí la misma relación que /t/ y /d/, y que /k/ y /g/

/r/ y /l/ guardan una relación que no se repite en otras oposiciones

  1. Las oposiciones proporcionales y oposiciones aisladas señalan los rasgos distintivos que tienen los fonemas en relación con otros pares del mismo sistema. En las oposiciones proporcionales los rasgos que los distinguen aparecen proporcionalmente en otras oposiciones del sistema. Por ejemplo, la oposición p/b (sordo/sonoro) se reproduce en t/d y k/g. Por el contrario, en las oposiciones aisladas los rasgos distintivos que los caracterizan no se encuentran en otras oposiciones del sistema.

Privativas – Graduales – Equipolentes

“Las oposiciones privativas son aquellas en las que uno de los términos se caracteriza por la presencia de una marca y el otro por la ausencia de esa marca”. (Quilis, 1993, p. 37)

/b/ presenta el rasgo sonoro, es el término marcado

/p/ tiene ausencia del rasgo sonoro, es el término no marcado

“Las oposiciones graduales son aquellas en las que los términos están caracterizados por diferentes grados de la misma propiedad. […] Son relativamente raras y menos importantes que las privativas”. (Quilis, 1993, p. 37)

/e/ es más abierto que /i/, pero menos que /a/

  1. Las oposiciones privativas y graduales no obedecen a la relación de oposición de los fonemas dentro del sistema, éstas permiten establecer diferencias entre la relación que guardan los rasgos distintivos de cada uno de los miembros en oposición. . Las oposiciones privativas están relacionadas por la presencia/ausencia del mismo rasgo distintivo, por ejemplo, nasal versus no nasal, sordo versus no sordo o labializado versus no labializado. En las oposiciones graduales la relación que las opone no es “más versus menos”, se produce gradualmente. Por ejemplo, las vocales se oponen por el grado de abertura que va de muy abierta en la a, media en e, o y cerradas en i, u.

“Las oposiciones equipolentes son aquellas cuyos dos miembros son lógicamente equivalentes, es decir, no pueden ser consideradas ni como dos grados de una misma propiedad ni como la presencia o ausencia de una propiedad”. (Quilis, 1993, p. 37)

/i/ y /u/ son vocales cerradas, pero no hay un término marcado o un rasgo más presente en una que en otra.

Constantes – neutralizables

“Las oposiciones constantes, fijas o no neutralizables se producen en cualquier posición de la palabra […]. La oposición neutralizable es la que no funciona en ciertas posiciones, […] las situaciones fónicas en las que la oposición se produce se llaman posiciones de neutralización, mientras que aquellas en las que la oposición se mantiene se llaman posiciones de pertinencia”. (Quilis, 1993, p. 38)

/r/ y /ɾ/ se oponen en posición prenuclear (posición de pertinencia), pero se neutralizan en final de sílaba (posición de neutralización).

  1. Las oposiciones constantes y oposiciones neutralizables califican la duración y validez de las oposiciones dentro del sistema. En esta clase de oposiciones se valora la persistencia de la relación opositora. Son oposiciones constantes aquellas que mantienen su oposición en todas las distribuciones y secuencias del sistema, por ejemplo, en español la oposición /s/ y /ɵ/. Por el contrario, las oposiciones neutralizables no mantienen siempre su relación de oposición, es decir, en determinados entornos la neutralizan, por ejemplo, en español /r/ y /ɾ/.

Estas clases de oposiciones permiten, como veremos en el siguiente clasificar el sistema fonológico, en nuestro caso, del español. Estas relaciones de oposición se combinan dentro del sistema. Por ejemplo: p/b resulta ser una oposición (1) bilateral porque sus elementos tienen valores compartidos, (2) proporcional porque se repite en otros pares como t/d y k/g, (3) privativa porque oponen el rasgo de sonoridad más/menos y (4) neutralizable porque no siempre mantienen la distinción y en determinados entornos pueden perder su oposición, los hablantes no siempre pronunciamos “op-tar”. En algunas ocasiones esta p en posición final de silaba pierde su condición de consonante sorda y se sonoriza produciendo una neutralización “oB-tar”.

Referencias

Quilis, A. (1993). Tratado de fonología y fonética españolas. Madrid: Gredos, p. 35-38.

Alarcos Llorach, E. (1982 [1950]). Fonología Española. Madrid: Gredos.

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A. Quilis. (1999). Oposición y contraste. Clasificación de las oposiciones fonológicas según Trubetzkoy. En Tratado de fonología y fonética españolas. Madrid: Gredos, pp. 35-38

1.10. Oposición y contraste

Según Trubetzkoy (1964, p. 33) «Dos cosas sólo pueden ser diferenciadas una de otra en la medida en la que se oponen una a otra, es decir, en la medida en la que existe entre ellas una relación de oposición».

La oposición fonológica es la diferencia que existe entre dos o más unidades distintivas.33 La diferencia de significación entre /kása/ casa y /gása/ gasa, se debe a la oposición entre /k/ y /g/; esta oposición, basada en el rasgo de sonoridad, permite distinguir muchos otros pares de palabras: /kíso/ quiso y /gíso/ guiso, /pekár/ pecar y /pegár/ pegar, /tóka/ toca y /tóga/ toga.

La práctica fonológica que evita toda referencia al significado (como gran parte del estructuralismo norteamericano) utiliza el término par mínimo (o pareja mínima) para referirse a dos unidades significativas (morfemas, palabras) que contengan los mismos fonemas, menos uno, en el mismo orden: casa/gasa, quiso/guiso, pecar/pegar, toca/toga.34 Como vemos, aplicamos la prueba de la conmutación, estudiada más arriba, para comprobar si al cambiar una unidad fónica por otra cambia el significado de la palabra.

El contraste es la diferencia fonológica que existe entre dos unidades fonológicas contiguas. Por ejemplo, en español pueden darse las secuencias consonánticas /pt/ o /bd/ en apto y abdicar, por ejemplo, pero no aparecen secuencias como */pb/ o */td/. La diferencia que aparece entre sílabas acentuadas e inacentuadas es también un contraste: hábito/habito/habitó.

La oposición es una relación de orden paradigmático. El contraste es una relación de orden sintagmático.

Podemos decir que toda unidad se pude definir: a) por su oposición a todos los otros elementos con los que se relaciona paradigmáticamente, b) por sus propiedades combinatorias (sintagmáticas).

1.11. Clasificación de las oposiciones fonológicas, según Trubetzkoy

En fonología, las unidades guardan entre sí determinadas relaciones en virtud de las cuales se organiza un sistema. El fonema no está aislado en la legua, sino que forma parte, junto con otros fonemas, del sistema fonológico.

Para conocer sus relaciones, Trubetzkoy (1964, pp. 68-87), elaboró la siguiente clasificación, advirtiendo previamente que es necesario establecer el inventario completo de los fonemas de una lengua en cuestión y determinar sus rasgos distintivos.

Hay que tener en cuenta, según el mismo Trubetzkoy, que una “oposición no supone sólo particularidades por las cuales los términos de la oposición se distinguen uno de otro, sino también las particularidades que son comunes a los dos términos de la oposición. Estas particularidades pueden ser llamadas base de comparación. Dos cosas que no poseen ninguna base de comparación, es decir, ninguna particularidad común (por ejemplo, un tintero y el libre albedrío) no forman una oposición” (p. 69). De este modo, tendremos las siguientes oposiciones fonológicas:

  1. Según sus relaciones con todo el sistema de oposiciones: a) Oposiciones bilaterales y multilaterales; b) Oposiciones proporcionales y aisladas.

a) En las oposiciones bilaterales, la base de comparación sólo es propia de los dos términos y no aparece ningún otro término del mismo sistema. En las oposiciones multilaterales, la base de comparación no se limita exclusivamente a los dos términos de la oposición en cuestión, sino que se extiende también a los otros términos del sistema.35

Trubetzkoy ejemplifica la diferencia entre estos dos tipos de oposición por medio de algunas letras del alfabeto latino: la oposición de las letras E y F es bilateral, “pues el conjunto de los rasgos comunes a estas dos letras (línea vertical y dos barras horizontales de izquierda a derecha en la extremidad superior y en el centro) no se encuentra en ninguna otra letra latina. Por el contrario, la oposición entre P y R es multilateral, ya que el semicírculo superior dirigido hacia la derecha también se da en B.

En español, la oposición entre los fonemas /k/ – /x/ es bilateral, ya que sus propiedades comunes (orales, velares, sordas) no aparecen reunidas en ningún otro fonema de la lengua. También es bilateral la oposición /t/ – /θ/ ya que son los únicos fonemas orales, dentales y sordos del español, y /p/ y /f/: consonantes, sordas, labiales; /b/ – /m/: consonantes, sonoras, labiales; /e/- /i/: vocales, sonoras, anteriores.

La oposición entre /e/ – /u/ es multilateral, ya que la base de comparación de ambos (ser vocales y sonoras) aparece en otros fonemas (/i/, /o/, /a/). La oposición /b/ – /d/ también es multilateral, porque también las oposiciones /b/ – /g/ y /d/ – /g/ tienen la misma base de comparación (consonantes oclusivas, orales, sonoras).

b) En la oposición proporcional, la relación existente entre sus términos no es idéntica a la relación entre los términos de otra oposición (o de muchas otras oposiciones) del mismo sistema. Por ejemplo, la oposición /p/ – /b/ es proporcional, puesto que la relación entre ellos es la misma que la existente entre /t/ – /d/ y /k/ – /g/. También las oposiciones entre /n/ n y /n̮/ o /ɲ/ ñ, en caña/caña, por ejemplo, y /ʎ/ o /l̮/ ll y /l/ l, en pollo/polo.

En la oposición aislada, la relación existente entre sus términos no se da entre los términos de otra oposición, por ejemplo, /r/ – /l/, /r/ – /r̄/, /a/ – /e/, /a/ – /o/, /a/ – /i/, /a/ – /u/.

Como hemos visto, los principios de clasificación se refieren al sistema de los fonemas: en la oposición bilateral o multilateral, lo que es común a los términos de la oposición se encuentra sólo en ellos, o en otros términos del sistema; en la oposición proporcional o aislada, la misma relación se encuentra o no en otras oposiciones del mismo sistema.

     2. Según la relación que existe entre los términos de la oposición, éstas pueden ser: privativas, graduales y equipolentes.

a) Las oposiciones privativas son aquellas en las que uno de los términos de la oposición se caracteriza por la presencia de una marca y el otro por la ausencia de esta marca: por ejemplo, sonoro/sordo, nasalizado/no nasalizado, labializado/no labializado, etc. El término de la oposición caracterizado por la presencia de la marca se llamará término marcado, y el que está caracterizado por la ausencia de la marca, término no marcado. Por ejemplo: /p/-/b/, /t/-/d/, etc.; /b/, /d/ son términos marcados: presencia de sonoridad.36

b) Las oposiciones graduales son aquellas en las que los términos están caracterizados por diferentes grados de la misma propiedad. Por ejemplo, las vocales /i/, /e/, /a/, por un lado, y /u/, /o, /a/, por otro, están caracterizados por diferentes grados de abertura: /i/ – /e/, /u/ – /o/, /e/ – /a/, /o/ – /a/. Estas oposiciones son relativamente raras y menos importantes que las privativas.

c) Las oposiciones equipolentes son aquellas cuyos dos miembros son lógicamente equivalentes, es decir, no pueden ser consideradas ni como dos grados de la misma propiedad, ni como la presencia o ausencia de una propiedad. Por ejemplo, en español, /p/ – /k/, /i/ – /u/, etc.

3. Con relación a la extensión de su poder distintivo, las oposiciones pueden ser constantes o neutralizables.

Como ya dijimos anteriormente, no todas las oposiciones se realizan en todas las posiciones secuenciales, las oposiciones constantes, fijas o no neutralizables se producen en cualquier posición de la palabra: por ejemplo, /s/ y /θ/ en el dialecto castellano: sumo/zumo, haz/as o /a/ y /e/ en posición tónica o átona pasó/pesó.

La oposición neutralizable es la que no funciona en ciertas posiciones: por ejemplo, /r/ y /r̄/, las posiciones de neutralización son las postnucleares, y las de pertinencia las prenucleares.

33 El Project de termilogie standardisée de la Escuela de Praga definió la oposición como «la diferencia fónica susceptible de servir en una lengua dada para la diferenciación de las significaciones intelecturales».

34 También puede darse un par submínimo, cuando dos términos se diferencian por más de un fonema: bota/seta. Se utiliza par submínimo en aquellos casos en los que es difícil encontrar un par mínimo.

35 Las oposiciones bilaterales reciben también el nombre de unidimensionales, mientras que las multilaterales se llaman también pluridimensionales.

36 El rasgo marcado se señala por medio de “+”, y el no marcado, por “—“.


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Wagner, C. (1980). Las oposiciones lingüísticas.  Documentos Lingüísticos y Literarios UACh, núm. 5. Web.

Las oposiciones lingüísticas.

Veiga, A. (2006). El funcionamiento de las oposiciones fonológicas. Revista lucense de lingüística y literatura, vol. 11. Web.

El funcionamiento de las oposiciones fonológicas.


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