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CONSONANTES
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ɲ p r ɾ ɾ̥ s
s̪̬ t d͡ʒ t͡ʃ ʃ
mpalacios.sierra@gmail.com

Tipología general de cambio fonológico

Progreso Tópico:

› Ejercicio detonador

 

I- Observe las siguientes palabras. En la primera columna aparece la transcripción ortográfica; en la segunda, la transcripción de la pronunciación “correcta”; y en la tercera, la transcripción de variantes fonológicas de esa misma palabra.

A B C
<murciélago> /murˈsielago/ /murˈsiegalo/
<pizza> /ˈpit͡sa/ /ˈpiksa/
/ˈpipsa/
<nadie> /ˈnadie/ /ˈnadien/
<pues> /ˈpues/ /ˈpus/
<hiede> /ˈiede/ /ˈxiede/
<pusiste> /puˈsiste/ /puˈsistes/
<Nezahualcóyotl> /nesaualˈkoʝot͡ɬ/ /nesaualˈkoʝol/

 

Responda las siguientes preguntas, respecto a los cambios fonológicos que observó en la tercera columna

¿En qué se parecen /nadien/ /pusistes/ y /ˈxiede/?

¿En qué se parecen todas las variantes fonológicas de <pizza>?

¿Qué le sucedió a la palabra <murciélago>?

¿En qué se parecen /ˈpus/ y /nesaualˈkoʝol/?

 

II- Observe la siguiente evolución de palabras, del latín al español y responda las preguntas a continuación.

lĕpore: /ˈlepoɾe/1 > ˈlɛpoɾe2 > ˈlɛboɾe3 > ˈljeboɾe4 > ˈljebɾe5 > /ˈliebɾe/6 <liebre>7

 

¿Qué pasó del paso 2 al paso 3?

¿Por qué cree que haya sucedido este fenómeno?

¿Qué pasó del paso 4 al paso 5?

¿Por qué cree que haya sucedido este fenómeno?

 

cicŏnia: /kiˈkonia/1 > kiˈkɔnja2 > kigɔnja3 > kʲiˈgwenʲja4 > t͡siˈgweɲa5 > θiˈgweɲa6 > /θigueɲa/7

 

¿Qué sucede del paso 2 al 3?

¿Por qué cree que haya sucedido este fenómeno?

¿Qué sucede del paso 3 al 4?

¿Por qué cree que haya sucedido este fenómeno?

 

arbore: /ˈaɾboɾe/1 > ˈaɾboɾ2 > /ˈaɾbol/3 <árbol>

 

¿Qué sucede del paso 2 al 3?

¿Por qué cree que haya sucedido este fenómeno?

Es un hecho que todas las lenguas cambian al paso del tiempo: cambian las palabras, las formas en las que éstas se construyen y se relacionan entre sí, y hasta los sonidos que conforman su inventario fonológico. En esta unidad nos dedicaremos precisamente a ello, a los fenómenos relacionados con la variación y el cambio fonológico en el español. Para ello, es importante hacer algunas precisiones que nos ayudaran a comprender cómo y por qué cambian los inventarios fonológicos de una lengua.

Una distinción relevante es saber a qué nos referimos cuando hablamos de variación lingüística, en contraste de cuando hablamos de cambio lingüístico. Por variación lingüística entendemos todos aquellos fenómenos en los que se observa una alteración —en este caso, fonética— en una lengua. Esta modificación en la articulación puede estar condicionada por el entorno fonológico, a lo que se conoce como variación complementaria, lo que da lugar a alófonos, como ya hemos visto en la unidad anterior (véase Unidad 4 Fonética del español). Por ejemplo, en el inventario fonológico del español existe el fonema oclusivo dental sonoro /d/, del cual se desprenden dos alófonos, el plenamente oclusivo [d] y el fricatizado u obstruyente [ð]; estos alófonos se explican por el entorno fónico en el que aparecen, y la alternancia entre [d] y [ð] no modifica al fonema, éste sigue siendo oclusivo dental sonoro. En casos como el anterior, estamos ante un fenómeno de variación lingüística: la ejecución articulatoria implica modificaciones respecto a las características típicas del fonema, pero el inventario fonológico permanece igual.

Ahora bien, a lo largo de la historia de una lengua, estas pequeñas alternancias alofónicas pueden terminar impactando el inventario fonológico, al punto de modificarlo. Por ejemplo, en latín sólo existían dos fonemas nasales (/m/ y /n/). El segmento nasal alveolar, cuando está en contacto con una semivocal o semiconsonante alta anterior ([i̯] o [j], respectivamente), es atraído por este sonido hasta su espacio articulatorio y, eventualmente, se convierte en un nuevo fonema palatal nasal (/ɲ/). La evolución se esquematiza de la siguiente manera:

<ni>: /ni/ > [nj] > nj >nʲj > ɲj >ɲj > /ɲ/ <ñ>

Veamos un ejemplo del latín al español:

canea: /ˈkanea/1 > ˈkanja2 > ˈkanja3 > ˈkanʲja4 > ˈkaɲja5 > ˈkaɲja6 > ˈkaɲa7 <caña>

En casos como éste, el entorno fónico condujo a tener un alófono de /n/: [nʲ], y este sonido nasal palatalizado en un periodo de la historia del español, tal como veremos en el último tema de esta unidad (Tema 3 Fonologización, desfonologización y transfonologización), terminó convirtiéndose en un nuevo fonema: /ɲ/. Cuando un alófono produce un nuevo fonema estamos ante un caso de cambio lingüístico.

Una vez explicado todo lo anterior, entendemos que la variación lingüística es imprescindible para que un cambio lingüístico tenga lugar: sin variación no hay cambio, y la variación sólo puede darse en una lengua viva, en una lengua en uso. En resumen, la variación es un fenómeno propio de la fonética que puede llegar a impactar en el ámbito fonológico y, por lo tanto, dar como resultado un cambio lingüístico.

En este tema nos dedicaremos a explicar los distintos tipos de cambio de sonido que pueden ocurrir en cualquier lengua del mundo. Éstos son un fenómeno propio de la variación y pueden conducir a la transformación del inventario fonológico de la lengua en cuestión.

En términos generales, hay cinco tipos de cambio de sonido:

  1. Asimilación
  2. Disimilación
  3. Pérdida
  4. Inserción
  5. Reordenamiento (o metátesis)

Asimilación

La asimilación es el fenómeno en el que un sonido “contagia” de uno o más de sus rasgos a otro sonido. Por ello, es muy frecuente que los segmentos involucrados (el asimilante y el asimilado) sean contiguos, aunque no es una condición indispensable.

Además, el sonido asimilante puede influir sobre un segmento previo o posterior a él.

Retomamos un ejemplo que presentamos al inicio de este tema:

lĕpore: /ˈlepoɾe/1 > ˈpoɾe2 > ˈlɛboɾe3 > ˈljeboɾe4 > ˈljebɾe5 > /ˈliebɾe/6 <liebre>7

En la evolución de lĕpore (latín) a liebre, observamos, entre otros, un fenómeno de asimilación. En el paso 2 señalamos con dos flechas este cambio: las vocales (media anterior abierta y media posterior) son sonidos sonoros que “rodean” a la consonante oclusiva bilabial sorda. Éste es el contexto propicio para que un segmento sordo se “contagie” de uno de los rasgos de su entorno: la sonoridad. Debido a ello, en el paso 3 tenemos el resultado de esta asimilación; el sonido oclusivo bilabial sordo se convierte en sonoro.

La asimilación de la vocal media anterior abierta sobre la /p/ es progresiva, porque modifica al sonido que le sigue; es adyacente, porque la [ɛ] y la [p] son contiguas; y es parcial, porque sólo cambia uno de los rasgos de la consonante: su sonoridad.

En este mismo ejemplo, como la asimilación se da de las dos vocales sobre la consonante, también puede llamarse asimilación progresiva-regresiva o asimilación bidireccional.

Otro ejemplo de asimilación es el siguiente:

mensa: /ˈmensa/1 > ˈmensa2 >ˈmesːa3 > /ˈmesa/4 <mesa>

En el ejemplo anterior, observamos una asimilación regresiva (paso 2), porque el segmento fricativo alveolar sordo [s] contagia de sus rasgos al sonido que lo precede (la nasal alveolar) y hace que cambie de modo de articulación y pierda sonoridad, de manera que lo transforma en otro fricativo alveolar (por ello se indica en el paso 3 un segmento alargado). Esta es una asimilación total, puesto que el segmento asimilado se “convierte” en el sonido asimilante.

Disimilación

La disimilación es, como su nombre lo indica, el fenómeno contrario a la asimilación: en éste se hace necesario diferenciar dos sonidos que se parecen mucho o, incluso, son idénticos. Al igual que en la asimilación, en muchos casos la disimilación tiene lugar cuando los segmentos involucrados son contiguos, aunque también puede ocurrir entre sonidos que aparecen en sílabas distintas. Estos últimos casos, frecuentemente, involucran segmentos sonorantes: /l/, /n/ y /ɾ/.

Retomamos otro caso, presentado al inicio de este tema:

arbore: /ˈaɾboɾe/1 > ˈaɾboɾ2 > /ˈaɾbol/3 <árbol>

En este caso, observamos que en el paso 2 existen dos fonemas vibrantes simples que, pese a encontrarse en sílabas distintas, se disimilan, lo que resulta en que el segundo de estos segmentos se convierta en alveolar lateral.

Otro ejemplo de disimilación es el siguiente:

lumine: /ˈlumine/1 > ˈlumne2 > ˈlumɾe3 > ˈlumɾe4 > /ˈlumbɾe/5 <lumbre>

En el caso anterior, observamos que existe una disimilación entre segmentos nasales (paso 2). Ésta es el resultado de una síncopa previa (véase más adelante los tipos de pérdida de sonido), que hace que /m/ y /n/ entren en contacto y sea necesaria la disimilación. En este caso, /n/ cambia a /ɾ/.

Pérdida

La pérdida de un sonido conduce a que la estructura de la palabra se erosione y posibilita cambios ulteriores. Volvamos al ejemplo de lumine > lumbre:

lumine: /ˈlumine/1 > ˈlumne2 > ˈlumɾe3 > ˈlumɾe4 > /ˈlumbɾe/5 <lumbre>

 Del paso 1 al 2, observamos que se pierde la vocal alta anterior, debido a su carácter postónico. Esto hace que los segmentos nasales entren en contacto y, como ya hemos explicado, posteriormente se hace necesaria la distinción (disimilación) entre éstos.

Las pérdidas se clasifican en tres tipos: a) aféresis (al inicio de palabra), b) síncopa (al interior de palabra) y c) apócope (al final de palabra). Para una ejemplificación de cada uno, véase la lectura obligatoria de Company y Cuétara (2008).

Inserción

La inserción conduce a una reestructuración de la palabra, y generalmente se debe a la necesidad de un refuerzo para apoyar la pauta articulatoria, como se observa en el siguiente ejemplo:

stratu: /sˈtratu/1 > sˈtratu←#2 > /sˈtrato3 > /esˈtrato/4 <estrato>

Del paso 3 al 4, observamos una inserción de /e/, como apoyo a la pauta silábica del español, lengua en la que es imprescindible una vocal como núcleo de sílaba.

Asimismo, la inserción puede ser el resultado de una analogía morfológica; es decir, existe una pauta en el paradigma del que forma parte la palabra en cuestión que posibilita la inserción de un nuevo sonido. Tal es el caso, por ejemplo, del pronombre indefinido nadie, que, por analogía con su opuesto semántico alguien, presenta la inserción de un fonema nasal alveolar: nadien.

Las inserciones se clasifican en tres tipos: a) prótesis (al inicio de palabra), b) epéntesis (al interior de palabra) y c) paragoge (al final de palabra). Para una ejemplificación de cada uno, véase la lectura obligatoria de Company y Cuétara (2008).

Metátesis o reordenamiento

En la metátesis o reordenamiento se pueden distinguir dos fenómenos: 1) un sonido que en origen ya formaba parte de la palabra se reacomoda en otro lugar; 2) un sonido que en origen formaba parte de la palabra cambia por otro sonido.

Ejemplo del primer caso de metátesis lo tenemos en la siguiente palabra del latín al español:

basiu: /ˈbasiu/1 > ˈbasju̯2 > ˈbasju#3 > ˈbasjo4 >ˈbai̯so5 > ˈbai̯so6 > ˈbei̯so7 > /ˈbeso/8 <beso>

En la evolución de basiu a beso, observamos una metátesis de la vocal /i/ (del paso 4 al 5). Al igual que en los cambios anteriormente explicados, una vez ocurrida la metátesis, pueden suceder cambios ulteriores: en este caso, después del reordenamiento, existe una asimilación de la semivocal sobre la vocal baja central, que se convierte a anterior media.

Para el segundo caso (un sonido que en origen formaba parte de la palabra cambia a otro sonido), puede servir el mismo ejemplo que hemos empleado en otros tipos de cambio: lumen > lumbre:

lumine: /ˈlumine/1 > ˈlumne2 > ˈlumɾe3 > ˈlumɾe4 > /ˈlumbɾe/5 <lumbre>

Cuando explicamos la disimilación, dijimos que en el paso 2 dos segmentos nasales habían entrado en contacto debido a una síncopa previa, lo que obligaba a distinguirlos de alguna manera. La solución fue cambiar la /n/ por /ɾ/. Éste es un caso de metátesis o reordenamiento que no implica cambio de posición dentro de la palabra: se trata de un cambio entre alveolares (una nasal por una vibrante).

Los cambios que hemos explicado aquí sirven para explicar fenómenos tanto fonéticos (que ocurren en la sincronía) como fonológicos, que terminan impactando sobre el inventario de sonidos de la lengua. Como dijimos, esta tipología de cambios es, hasta donde se sabe, universal, es decir, los cambios de sonido que se dan en cualquier lengua del mundo pueden ser explicados a través de estos cinco grandes fenómenos: asimilación, disimilación, pérdida, inserción y reordenamiento de sonidos.


› Siguiente sección – Lectura obligatoria

C. Company Company y J. Cuétara Priede. (2008). Tipología general de los cambios de sonido. En Manual de gramática histórica. México: Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 79-88.

 

Tipología general de los cambios de sonido

La fonética representa la movilidad de la lengua oral, su vida, su evolución. Las palabras sufren cambios fonéticos día con día. Estas “deformaciones” en el significante son permisibles siempre y cuando el significado no se distorsione. Así, podemos decir la forma [kafˈsito] sin mella del significado: cafecito.

Los cambios fonéticos sincrónicos tienen impacto en el nivel diacrónico. Es de esta forma como las palabras latinas castĕllu, fŏrtia y canea cambiaron a castillo, fuerza y caña, respectivamente; en su momento fueron cambios sincrónicos que a través del tiempo se volvieron cambios cumplidos.

         En el cambio lingüístico son dos los procesos fonéticos y fonológicos más comunes e importantes:

1) Una tendencia al debilitamiento, generada por la rapidez de la práctica comunicativa.

2) Una tendencia al reforzamiento, que busca conservar estructuras comunicativas que permitan interpretar correctamente el mensaje en el proceso de la comunicación.

Estas dos tendencias están siempre jugando en una dialéctica constante, que tiene como resultado que la esencia de la lengua esté en una permanente e imperceptible evolución, donde los límites entre sincronía y diacronía se borran.

En la evolución de una lengua pueden ocurrir cinco fenómenos de cambio de sonido: asimilación, disimilación, pérdida, inserción y reordenamiento o metátesis (Lass 1984/1985:171-190).1 A continuación se presentan estos cinco tipos de cambio de sonido a manera de fórmulas:

            Asimilación:                          ab       >          aa’

            Disimilación:                         aa’      >          ab

            Pérdida:                                   a         >          Ø

            Inserción:                               Ø         >          a

            Reordenamiento:                 ab       >          ba

 

Donde:

            a y b: Representan segmentos con características diferentes.

            a’: Representa rasgos de otro segmento en a.

            Ø: Representa ausencia de segmento.

2.1.1. Asimilación

En un proceso de asimilación, un segmento que se encuentra en relación sintagmática o lineal con otro se vuelve más parecido (o igual) a este, o ambos se vuelven más parecidos entre sí: ab > aa’. Pensemos, por ejemplo, en la consonante nasal alveolar de la lengua española; es bien sabido que prácticamente en todas las variantes de la lengua española hoy en día, cuando el fonema /n/ se encuentra en posición final de sílaba, se “contagiará” o asimilará al lugar de articulación de la consonante que le sigue. Así, si se encuentra ante una consonante velar, la nasal se velarizará (ancla, angosto, etc.): se vuelve más parecida a una consonante velar que a una alveolar.

            La asimilación se puede presentar de diferentes maneras; puede ser:

1) Adyacente o no adyacente.

2) Progresiva o regresiva.

3) Total o parcial.

2.1.1.1. Asimilación adyacente

La asimilación adyacente ocurre entre dos sonidos que se encuentran uno al lado del otro en la cadena fónica. En este tipo de asimilación se presenta, por ejemplo, la mayoría de los alófonos de cualquier lengua. En la española, en el nivel sincrónico la asimilación es muy frecuente. Para continuar con el caso de la nasal alveolar, cuando /n/ se asimila a la consonante velar que le sigue se produce una asimilación adyacente: /anˈgosto/ > [anˠˈgosto]; esta forma [nˠ] es una n velarizada.

2.1.1.2. Asimilación no adyacente

Cuando los sonidos no son contiguos, la asimilación que se presenta es no adyacente. A esta última se le llama también asimilación a distancia. Cabe señalar que, tanto en el nivel sincrónico como en el nivel diacrónico, este tipo de asimilación es y ha sido menos común en la lengua española. No obstante, diacrónicamente causó cambios importantes: un tipo relativamente frecuente de asimilación a distancia en la lengua española es cuando la vocal cerrada (procedente de ī) del pretérito latino cerró a distancia la vocal de la raíz de su verbo, como es el caso de potuī > pudi > pude (véase más adelante la evolución completa de esta palabra). Los cierres vocálicos provocados por una vocal cerrada se conocen como metafonía; las metafonías son usualmente causadas por el efecto de la yod y de la wau (véase más adelante los temas 2.5 “Efectos de la yod en la evolución del español” y 2.6 “Efectos de la wau en la evolución del español”).

2.1.1.3. Asimilación progresiva

La asimilación progresiva sucede cuando el sonido que se articula primero proyecta sus características articulatorias al que le sigue: ab. La asimilación progresiva es relativamente poco frecuente en la lengua española.

2.1.1.4. Asimilación regresiva

Cuando el segundo sonido anticipa sus rasgos articulatorios sobre el sonido que antecede la asimilación es regresiva: ba. Este es el mencionado caso de /anˈgosto/ > [anˠˈgosto]: el fonema nasal tomó el lugar de articulación del fonema velar; esto es, se velarizó. En el español, la asimilación regresiva es mucho más frecuente que la asimilación progresiva, tanto sincrónica como diacrónicamente.

2.1.1.5. Asimilación parcial

En el tipo de asimilación parcial, sólo alguno(s) de los rasgos de un segmento se transmite(n) al sonido afectado. En la palabra angosto, el fonema nasal toma solamente una de las características de /g/: su zona de articulación.

2.1.1.6. Asimilación total

La asimilación total ocurre cuando la modificación de un segmento es completa; es decir, la modificación es tal que un sonido convierte al otro en su igual o lo elimina. Este tipo de cambio fue común en la evolución del latín al español.

Para comprender los fenómenos de asimilación, a continuación se proveen algunas muestras en las que se ejemplifican sus diferentes tipos: adyacente, no adyacente, progresiva, regresiva, parcial y total.

potere: /poˈteɾe/1 > poˈteɾe2 > /poˈdeɾ/3 <poder>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) Asimilación progresiva-regresiva (a la que, para abreviar, llamaremos en adelante bidireccional), adyacente, parcial de la consonante dental oclusiva sorda, sonorizándose por estar en posición intervocálica.2

3) La vocal media anterior en posición final se pierde.3

potuī: / potui/1 > ˈpotwi2 > ˈpoti3 > ˈpoti4 > ˈpodi5 > /ˈpude/6 <pude>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) Transcripción fonética del latín en la que en el diptongo la vocal alta posterior se vuelve semiconsonante wau.

3) Pérdida de la vocal alta posterior (la semiconsonante) por ser el elemento débil del diptongo.

4) Asimilación bidireccional adyacente parcial de la consonante dental oclusiva sorda, sonorizándose por estar en posición intervocálica.

5) Asimilación regresiva, no adyacente, parcial de la vocal media posterior a la vocal alta anterior final, proceso conocido como metafonía. La vocal media posterior se cierra un grado.

6) La vocal alta anterior final cambia a media anterior por una analogía con el modelo regular de pretéritos de la primera conjugación latina tipo amavi > aˈmai̯ > aˈmei̯ > /aˈme/ <amé>. Este cambio se encuentra doblemente motivado por la posición de la vocal, ya que en posición final las vocales altas se distienden por una asimilación regresiva adyacente parcial.

capĭllu: /kaˈpilːu/1 > kaˈpilːu2 > kaˈbelːu3 > kaˈbeʎu4 > kaˈbeʎu←#5 > /kaˈbeʝo/6 <cabello>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) Asimilación bidireccional, adyacente parcial de la consonante bilabial oclusiva sorda, sonorizándose por encontrarse en posición intervocálica.

3) La vocal anterior alta breve se abre en una anterior media por evolución normal de las vocales (véase más adelante el tema 2.4 “Evolución de las vocales”).4

4) La consonante lateral alveolar geminada se palataliza como efecto de un reforzamiento generado por la prolongación de la articulación.

5) Asimilación regresiva adyacente parcial de la vocal alta posterior final, que se abre un grado por distensión de la articulación, y por evolución normal de las vocales da una vocal media posterior.

6) La consonante lateral palatal cambia a palatal fricativa sonora por yeísmo, como veremos más adelante.5

sĕpte: /ˈsepte/1 > ˈsɛpte2 > ˈsɛpte3 > ˈsɛtːe4 > ˈsjete5 > /ˈsiete/6 <siete>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) La vocal media anterior breve tónica se abre por evolución normal de las vocales latinas en su paso al español.

3) Asimilación regresiva adyacente total de la consonante dental oclusiva sorda sobre la bilabial oclusiva sorda.

4) La asimilación del paso 3) dio como resultado una consonante geminada (gráficamente, este paso intermedio sería <sette>, tal como ocurre en el italiano), que posteriormente se simplificó dando /t/.

5) Diptongación de la vocal media anterior abierta por evolución normal de vocales.

6) Transcripción fonológica del español actual.

ansa: /ˈansa/1 > ˈansa2 > ˈasːa3 > /ˈasa/4 <asa>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) Asimilación regresiva adyacente total de la consonante alveolar fricativa sorda sobre la alveolar nasal.

3) La asimilación del paso 2) dio como resultado una consonante geminada o alargada.

4) Simplificación de la consonante alargada.

Podemos hacer las siguientes puntualizaciones: en la lengua española en el nivel diacrónico, los tipos de asimilación más frecuentes fueron:

1) Palatalización de consonantes por efecto de su cercanía con otros sonidos palatales (típicamente, una /i/ en diptongo; es decir, semiconsonante, [j], o semivocal, [i̯]).

2) Cierre de vocales por proximidad con una vocal más cerrada.

3) Sonorización de consonantes sordas entre vocales o entre consonantes sonorantes, las cuales contagiaron su sonoridad a la consonante intermedia.

4) Pérdida de consonantes sonoras entre vocales, como un debilitamiento provocado por la gran sonoridad y apertura de las vocales.

2.1.2. Disimilación

Cuando hay dos segmentos semejantes juntos, la tendencia es que se hagan distintos o menos semejantes: aa’ > ab.  La motivación de las disimilaciones se encuentra en la necesidad de establecer ciertas diferencias en la articulación de sonidos parecidos para mantener la estructura de la palabra, ya que con esto se logra una mejor percepción de los segmentos, y, por tanto, de los significados.

            Este tipo de cambio se produce con mayor frecuencia con algunas consonantes sonorantes, como /l/, /n/ y /ɾ/, porque tienen la cualidad acústica de parecerse a las vocales (en algunas lenguas, suelen incluso aparecer como núcleo silábico; por ejemplo en la palabra inglesa little, el núcleo silábico es /l/. Actualmente en la lengua española, en el nivel fonético y bajo ciertas circunstancias, puede ocurrir también que una consonante, sonorante o no, funcione como núcleo silábico, principalmente en palabras de procedencia extranjera: scanner, stop o en fenómenos de elisión: [nˈtonses], por entonces, etcétera). Otros fonemas que se disimilan con frecuencia son las consonantes glotales, las nasales y las aspiradas.

            A continuación se presentan algunos ejemplos de disimilación.

mĕrcŭrii dies: /ˈmeɾkuri ˌdies/1 > ˈmɛɾkʊɾidjes2 > ˈmɛɾkʊɾidjes3 > ˈmjeɾkoɾjes4 > ˈmjeɾkoɾes5 > ˈmjeɾkoles6 > /ˈmieɾkoles/7 <miércoles>

 

1) Transcripción fonológica del latín.

2) La vocal alta anterior en el habla es una semiconsonante en el diptongo. El acento secundario se pierde al unirse las dos palabras en un solo elemento léxico. Las vocales media anterior y alta posterior breves se abren por evolución normal de vocales.

3) Asimilación bidireccional adyacente total de la consonante dental oclusiva sonora en posición intervocálica, lo que provoca que el segmento desaparezca.6

4) La vocal tónica anterior media diptonga y la vocal alta posterior se abre en media por evolución normal de las vocales medias breves latinas.

5) Pérdida de la vocal alta anterior del diptongo latino original [je] por ser un elemento débil.

6) Disimilación entre las consonantes vibrantes alveolares (sonorantes), dando como resultado que la segunda se convierta en una alveolar lateral.

7) Transcripción fonológica del español actual.

anima: /ˈanima/1 > ˈanma2 > /ˈalma/3 <alma>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) Pérdida de la vocal alta anterior por ser postónica.

3) Disimilación entre las consonantes nasales que da como resultado que la alveolar nasal se convierta en una sonorante lateral alveolar.

2.1.3. Pérdida

 La pérdida de segmentos fónicos se da con casi todo tipo de sonido (aunque frecuentemente sucede con vocales): a > Ø. Los tipos de pérdida tienen como consecuencia que se deteriora la estructura fonológica de la palabra y puede ocurrir que, como compensación, se inserten nuevos sonidos.

La pérdida de sonidos se clasifica según la posición que esta ocupe dentro de la palabra; así, existen tres distintos tipos de pérdida:

1) Aféresis: pérdida de un segmento en posición inicial.

2) Síncopa: pérdida de un segmento en posición intermedia.

3) Apócope: pérdida de un segmento en posición final.

A continuación se presentan algunos ejemplos de pérdida en los que se incluyen aféresis, síncopa y apócope.

apoteca: /apoˈteka/1 > a→p←o→ˈt←e→k←a2 > aboˈdega3 > /boˈdega/ > <bodega>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) Asimilación bidireccional adyacente parcial de las tres consonantes oclusivas sordas por estar en contexto intervocálico, dando como resultado la sonorización de las consonantes.

3) Aféresis de la vocal baja central por contacto con el artículo la.7

ŭtĕre: /ˈuteɾe/1 > ˈʊteɾe2 > ˈoteɾe3 > /ˈodɾe/4 <odre>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) La vocal posterior alta tónica se abre por evolución normal de las vocales.

3) Asimilación bidireccional adyacente parcial de la consonante dental oclusiva sorda, sonorizándose por estar en contexto intervocálico.

4) Síncopa de la vocal media anterior por ser postónica.

latrare: /laˈtɾaɾe/1 > laˈtɾaɾe2 > /laˈdɾaɾ/3 <ladrar>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) Asimilación bidireccional adyacente parcial de la dental oclusiva sorda por encontrarse en un contexto sonoro.

3) Apócope de la vocal media anterior final.

2.1.4. Inserción

En la inserción, se introduce un sonido en la estructura fonológica de una palabra: Ø > a. Probablemente, el hablante necesita agregar algún segmento porque la palabra ha sufrido demasiadas erosiones en su evolución, o porque —debido a un cambio previo— se ha perdido la pauta silábica de la lengua y es necesario recuperarla.

En muchas ocasiones, los sonidos que se insertan tienen cierta afinidad articulatoria con el contexto fónico; esto es, el sonido insertado tiene alguna similitud de rasgos con aquellos sonidos con los que va a entrar en contacto.

La inserción de sonidos se clasifica según la posición que ocupe dentro de la palabra; así, existen tres distintos tipos de inserción:

1) Prótesis: inserción de un segmento en posición inicial.

2) Epéntesis: inserción de un segmento en posición intermedia.

3) Paragoge: inserción de un segmento en posición final.

A continuación se ofrecen algunos ejemplos de inserción en los que se incluyen muestras de prótesis, epéntesis y paragoge.

scŏla: /sˈkola/1 > /sˈkɔla2 > esˈkwela3 > /esˈkuela/4 <escuela>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) La vocal tónica posterior media se abre por evolución normal de las vocales.

3) Prótesis de una vocal media anterior por pauta de español.8

homine: /ˈhomine/1 > ˈomne2 > ˈomɾe3 > ˈomɾe4 > /ˈombɾe/5 <hombre>

1) Transcripción fonológica del latín.9

2) Síncopa de la vocal alta anterior por ser postónica.

3) Disimilación de las consonantes nasales que entran en contacto por la síncopa, dando como resultado que la alveolar nasal se convierta en alveolar vibrante simple.

4) Epéntesis de una bilabial oclusiva sonora por pauta del español, ya que una nasal labial y una vibrante es una combinación anómala en la lengua española.10

petatl: /peˈtat͡l/1 > peˈtat2 > /peˈtate/3 <petate>

1) Transcripción fonológica del náhuatl.

2) Simplificación del fonema africado lateral sonoro /t͡l/ a dental oclusivo sordo, debido a que /t͡l/ no pertenece al sistema fonológico del español.

3) Paragoge de una vocal media anterior, ajustándose el préstamo del náhuatl a la pauta silábica del español.

2.1.5. Metátesis o reordenamiento

La metátesis o el reordenamiento es el cambio de orden es el cambio de orden de dos fonemas dentro de una palabra; es, pues, un intercambio de segmentos: ab > ba. Estos cambios pueden ser adyacentes o a distancia.

Las metátesis más comunes en español se dieron en los grupos consonánticos ri, si, pi (véase más adelante tema 2.5.1.5 “Yod por síncopa”). La metátesis también se presenta con cierta frecuencia con los fonemas líquidos.

A continuación se da una muestra en la que se ejemplifica la metátesis.

/riˈpaɾia/1 > riˈpaɾja2 > ripaɾja3 > riˈbai̯ɾa4 > riˈbai̯ɾa5 > riˈbei̯ɾa6 > /riˈbeɾa/7 <ribera>

1) Transcripción fonológica del latín.

2) La vocal alta anterior en el habla es una semiconsonante en el diptongo.

3) Asimilación bidireccional adyacente parcial de la consonante oclusiva sorda, que se sonoriza por estar en contexto intervocálico.

4) Metátesis de la semiconsonante anterior, que se convierte en semivocal.

5) Asimilación regresiva adyacente parcial de la vocal baja central por la vocal alta anterior.

6) La vocal baja central se convierte en media anterior por la asimilación del paso 5.

7) Síncopa de la vocal alta anterior por ser el elemento débil del diptongo.

2.1.6. Conclusiones

Hemos visto los cinco tipos de cambio de sonido (asimilación, disimilación, pérdida, inserción y metátesis) y cómo fueron muy productivos en el cambio del latín al español pues provocaron que en el habla se igualaran, diferenciaran, insertaran, eliminaran y/o cambiaran de posición los segmentos que integraban las palabras. También señalamos que estos fenómenos no necesariamente se presentan solos; así, en una misma palabra pudo suceder que se presentara más de uno de estos tipos de cambio.

Asimismo, podemos decir que estos son fenómenos vivos en la lengua hablada hoy en día. Para el español actual, los siguientes ejemplos son muy comunes en habla no culta o en ciertas variedades dialectales: pérdidas como ‘tonces (por entonces), caráter (carácter), usté (usted); inserciones como acompletar (completar), marmotreto (mamotreto), nadien (nadie); o reordenamientos como Grabiel (Gabriel), probe (pobre), etcétera.

 

1 Estos cinco tipos de cambio de sonido son bastante universales. Aunque algunos autores como Penny (1991/2002:34-37) o Quilis (1993/1999:80-83) determinen otra tipología, en esencia poco difieren y, en un estricto sentido, todos se refieren a los mismos cinco.

2 Es cierto que en la lengua española —en el nivel sincrónico y diacrónico— los fonemas oclusivos sonoros /b, d, g/ presentan las realizaciones obstruyentes [β, ð, ɣ] en determinadas posiciones (principalmente, cuando no se encuentran en posición inicial absoluta o tras consonante nasal). Por efectos de economía en las transcripciones, hemos elegido no representar estas variantes alofónicas en el desarrollo de las evoluciones que se presentarán a partir de ahora.

3 Un paso previo a esta desaparición es, por supuesto, el debilitamiento del segmento que termina por desaparecer. Para efectos de economía gráfica, omitiremos tal proceso.

4 A lo largo de los siguientes capítulos se verá con detalle cada uno de los fenómenos que se señalan en estas evoluciones.

5 Conviene mencionar que el fonema /ʎ/ permanece actualmente únicamente en una zona muy reducida de la Península Ibérica y en algunas partes de Sudamérica. Véase más adelante el tema 2.3.3 “Sistema consonántico del español actual (a partir del siglo xvii)”.

6 Este fenómeno de debilitamiento y pérdida de /d/ intervocálica —y, en general de las consonantes oclusivas (véase más adelante el tema 2.7.1.2.1 “Consonantes oclusivas intervocálicas”)— es y ha sido altamente productivo en la historia de la lengua española. En el nivel sincrónico, se presenta con gran frecuencia (aunque no de manera exclusiva) en la terminación -ado: cansao, suspirao, etcétera.

7 Esta inserción se debe a que el sustantivo aparece constantemente acompañado del artículo (la); en estos casos, el hablante resegmenta la frase e interpreta la vocal baja central como parte del sustantivo, por simplificación de segmentos homófonos contiguos. Otros casos, también en el nivel sincrónico, serían los ecuaces por los secuaces,  laluz por la luz, las sancas por las ancas, etcétera.

8 Esto se debe a que como mencionamos en nuestra lengua no existen palabras que en el nivel fonológico tengan la posibilidad de tener una consonante en posición de núcleo silábico. En este tipo de casos de palabras latinas que inician con una /s/ seguida de consonante oclusiva, el español insertó invariablemente una /e/. Lo mismo sucede en el nivel sincrónico hoy en día con palabras de características similares adoptadas de otras lenguas. Por ejemplo, la palabra inglesa scan se adopta como /esˈkan/.

9 Esta palabra lleva una h inicial que mucho antes del surgimiento de las lenguas romances ya no era fonema, es decir, era una mera representación gráfica, sin correspondencia con un sonido.

10 En general, la combinación de nasal y vibrante /nr/ es inusual en nuestra lengua y suele aparecer sólo en compuestos: enriquecer, enroscar, etcétera.


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Bloomfield, L. (1993). Types of phonetic change. En Language. Chicago: Chicago University Press, pp. 369-391.

Company Company, C. y J. Cuétara Priede. (2008). Manual de gramática histórica. México: Universidad Nacional Autónoma de México.

Jeffers, R. e I. Lehiste. (1976). Phonetic change. En Principles and methods for historical linguistics. Cambridge: Mit Press, pp. 1-16.

Lass, R. (1985 [1984]). Phonology. An introduction to basic concepts. Cambridge: Cambridge University Press.

Lloyd, P. (1993 [1987]). Tipos de cambio fonético. En Del latín al español. I. Fonología y morfología históricas de la lengua española. Madrid: Gredos, pp. 9-15.

Penny, R. (2002 [1991]). A history of the Spanish language. Cambridge: Cambridge University Press.

Quilis, A. (1999 [1993]). Tratado de fonología y fonética españolas. Madrid: Gredos.

 


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